Observo la escena en silencio. Luces sin sonido,
personitas que corren lentamente. Se me revuelve el estómago, pero no puedo
apartar los ojos del charcho rojo en la acera. A su lado un carro azul humea, y
una mujer tirada sobre el pavimento oculta su cara entre las manos. Se me
cierra la garganta, y sin embargo mis ojos no se apartan de la creciente mancha
roja. Tengo miedo de voltear y confirmar que el carro me pertenecía a mí.
*Tomado
del libro "Destinos Circulares" 9 Signos Grupo Editorial,
Panamá, 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario