miércoles, 26 de septiembre de 2012

Derechos de autor, o ¿autores con derechos? - La ley 510

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Todo menos política en este blog, me dije cuando comencé. Claro, eso es mentira podrida, y además, ya en otras ocasiones he faltado a mi propia regla, pero lo he intentado, eh. Lo he intentado. Estas cuestiones de opiniones siempre son un poco escabrosas. No todo el mundo está de acuerdo. La gente se las toma a pecho. Al final, casi siempre llevan a una pelea.

Pero, bueno, a pesar de los “no hay que opinar hasta que nos expliquen”, “hay que esperar la reglamentación” y el muy famoso “se harán seminarios y charlas para que entiendan”, me atrevo a dar mi opinión sobre la Ley 510, que fue hoy, ya, aprobada en tercer debate.

Es una mierda.

Opinión legal esta, eh. 

Yo puedo no ser una experta. Solo hice una tesis de derecho de autor, trabaje con marcas y propiedad intelectual por los tres primeros años de mi tiempo como abogada. (Lo he abandonado, eso sí lo admito. Caí en el mundo de los litigios). Pero realmente, expertos o no, no se necesita más que una PIZCA de sentido común para ver que lo que pretende la Ley 510 es un poco…pues, un poco …bueno, bastante preocupante.

La DGDA (Dirección General de Derecho de Autor) puede, de ahora en adelante, por una SIMPLE sospecha, imponer una multa. Bueno, dirán, esto es ir hasta las últimas para proteger al autor. Esto está bien.

Pero no lo está, primero, porque la presunción de inocencia se va al carajo. De ahora en adelante, en estos casos, en Panamá, no eres inocente hasta que se pruebe lo contrario, no. Eres culpable. Bueno, eso asumiremos. Ahí tienes 15 días para probarnos que no lo eres. Da miedito, ¿no?

Ni siquiera es eso lo peor. Lo peor es que, la DGDA es ahora Juez y parte. Nooo, parte no, me dirán. Pero, como nosotros, los autores, no veremos NI UN SOLO CENTAVO, en estos casos, sino que el dinero de las multas ira directamente al funcionario que la impuso (como incentivo), pues, me perdonan, pero Juez y Parte. No hay otra manera de decirlo.

¿Proteger a los creadores? No. No vengan con historias. A la ley 510 no le preocupa proteger a los creadores. Le vale tres la propiedad intelectual.  Esto es, simplemente, un negocio. Un negocio que, como está estructurado, permite que una misma institución imponga una multa, se beneficie de esta multa…y si tú eres inocente, pues…ahí veras como lo pruebas. Acá ya eres culpable hasta que se pruebe lo contrario.

lunes, 24 de septiembre de 2012

ESTAS GORDA! ESTAS GORDA!

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Cuando le pregunté a Siri ayer si estaba gorda (no me juzguen, pero cuando uno está aburrido y no encuentra nada que hacer no hay nada más divertido que conversar con Siri. Vayan, pregúntenle cual es el significado de la vida. Best. Answer. Ever. ) su respuesta fue: I’d rather not say. 

Obviamente no es para tomarse lo que dice Siri, que seguramente está programada para the funniest answer, seriamente, pero me quedé pensando en lo susceptible que somos las mujeres a este tipo de…ahem…bromitas.

For the record, y dejemos esto claro antes de siquiera ponernos a discutir sobre el tema, nunca es aceptable decirle a una mujer que se ve gorda. Ni rellenita. Ni, más sana. Tampoco se les ocurra utilizar la frase mejor alimentada. No, sencillamente es mejor no comentar sobre el peso de una mujer. Comenten sobre sus zapatos. Su ropa. Sus aretes. O, simplemente, hagan un cumplido de esos generales, y ya está. Lo que quieran. No hablen sobre su peso. 

Hay unas pesas (últimamente las he visto en todos lados) que te gritan ESTAS GORDO! ESTAS GORDO! en vez de darte de manera callada y conspicua las malas noticias. Supongo que es algo así como una terapia de shock, cuando estás tan gordo que tu pesa te grita, algo debes hacer, ¿no? 

Pero, en el fondo, yo creo que uno siempre se siente gordo. O, al menos, nunca se siente contento con uno mismo. Siempre hay el: podría quedarme mejor este pantalón si perdiera cinco libras. O tres. O, a veces hasta una. Podría tener cuadritos. Mis brazos podrían estar más tonificados, mi trasero podría ser más pequeño, más grande, etc, etc, etc. 

Hacemos cosas extrañas por conseguir la perfección (que nunca, nunca conseguiremos), dietas extremas (alguien que me explique lo de la dieta de las uvas, que yo amo las uvas, pero eso de comer SOLO uvas por 8 días me parece, bueno, además de requeterecontra estúpido, muy, pero muy aburrido. Y exagerado, sí. Exageradísimo). Algunos hacen dos horas de spinning (yo con 10 minutos ya estoy en el piso). Otras personas están ya en el gimnasio cuando tu llegas, y cuando vas saliendo, ya vuelta leña, todavía no parecen estar ni cerca de terminar.

El punto es que, tendemos a la exageración. En todo. En la forma que nos vemos. En la forma en que intentamos cambiar como nos vemos. Y sí, pues, claro que hay que comer más sano (aquí me tienen a mí, con mi manzana de snack), y obviamente que un poco de ejercicios no le hizo daño a nadie (Shaun T y yo tenemos noches intensas), pero, en el fondo, creo que lo que hace falta es un poco de perspectiva. Eso y comerse el helado de vez en cuando. Si no, que aburrida seria la vida, ¿no creen?

miércoles, 19 de septiembre de 2012

It's my life...

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¿Para que escribe uno un blog?, me pregunto a veces. Supongo que es porque, en el fondo, a uno no le gusta estar callado. Así es para mí, al menos.  Tengo tantas opiniones que se me desbordan, y a veces, me gusta simplemente tirarlas al espacio a ver si dejo de pensar en ellas. 

También es verdad que resulta mejor no decirle tus opiniones a la gente, al menos, en la mayor parte de los casos. El blog es una cosa abstracta, tiene mi nombre, mi apellido y hasta mi foto, pero no se siente como si fuera yo. Por escrito, y por internet, siempre es más fácil procesar las opiniones ajenas. He perdido amigos por culpa de mis opiniones (en el fondo no eran tan buenos amigos, si fuera tan narrow-minded que solo pudiera ser amiga de la gente que está siempre de acuerdo conmigo, pues…tendría pocos amigos). 

Ya ven que me estoy poniendo medio filosófica, y este post no es sobre nada de nada. Pero mis dos últimas semanas han sido épicamente horribles (mucho trabajo, poco sueño, junk food, etc), y bueno, cuando esto pasa, siempre me da por la filosofía. Y ayer tuve la dicha (SARCASMO) de encontrarme con una conocida que me dejo bastante claro (o, al menos, lo intentó) que ella, con su cartera Michael Kors, su anillo de compromiso y su pantsuit blanco, era superior a mí.

Y pues, me encanta Michael Kors, pero, para ser honesta, prefiero gastarme la plata en zapatos. Y nunca, en toda mi vida, se me ocurriría ponerme un pantsuit blanco, y mucho menos para trabajar. Dios me libre. Y, pues, no, no tengo muchas ganas de casarme por ahora. Quizás esto cambie en algún momento, yo no puedo decir que no terminare casada y, para colmo, con una Michael Kors. Pero si les puedo decir que no me pondré un pantsuit blanco, eh. 

El punto de este post, que dice de todo y nada a la vez, es que, pues, todos somos como somos. Yo tengo la dicha de conocer muchas personas en este mundo, personas diferentes, divertidas, inspiradoras. Creo que en las diferencias está la clave. Ahí está la inspiración. La historia. 

Siempre habrá gente que piensa que es mejor que uno.  Gente de esas que caben en un molde y les molestan sobremanera la gente que se rehúsa a ser categorizados (yo creo que esta palabra no existe, pero vamos, que ya deben estar ustedes acostumbrados a lo de inventar palabras).  Pero, en el fondo, es mejor ser uno mismo. Yo estoy feliz con quien soy. Bueno, la mayor parte del tiempo. Pero eso es parte de la gracia, ¿no?

lunes, 17 de septiembre de 2012

Twilight, or ¿why, oh, why did I read this crap?

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Let me start by saying you should all be thankful that I only decided to write this review now, in a world post-50 Shades. Before I would have said that Twilight was, without a doubt, the worst book I’ve ever read. 

To clarify: in some books the writing is worse (YES, EVEN WORSE THAN THIS), in some the message is hideous, in others; we get the clear sense that the story is just a way for the author to live out hidden fantasies. But even in those books, very rarely are ALL the elements combined in one big suckfest. Twilight, however, manages to encompass all these elements.

BUT, and I want to make this clear…after having read 50 Shades of Crap, I can no longer call Twilight the worst book I’ve ever read. No, no, no. 50 Shades wins that contest, and wins it easily.

So, even though Stephenie Meyer is not a great writer, though her love for adjectives like ephemeral is a thing to worry about, and though her heroine is a poorly constructed Mary Sue with laughable character flaws and her hero, is, so, so perfect, that he sparkles, E.L James could only wish she wrote as well as Stephenie Meyer.

But I’m here to talk about the book that threw away known vampire lore, that made Buffy seem like a ridiculous and frivolous heroine, and, even worse, made millions of fifteen year old girls wish their boyfriend would just cut the brakes on their cars so they couldn’t go see a friend. After all, isn’t that what romance is all about?

(Excuse me while I go puke)

I have several issues with the book. First, it’s not a very well written book. And, all in all, this is something I could have overlooked. It would be absurd for me to claim that all “popular” books have to be well-written. In fact, most of them aren’t. But most of them make up for it with an interesting plot. Or well-written, believable characters. Maybe even a shocking ending. 

Twilight, however, has none of that. And, on top of it all, it turns out to be one of those books where the writing manages to take you out of it. The dialogue is atrocious, at best, the author seems to have a love affair with adjectives that no one ever uses (and is overly fond of telling us, every three paragraphs, how GORGEOUS Edwards is), and there is not an original phrase to be found. If you can think of a clichéd turn of phrase, trust me, Stephenie Meyer used it in this book.

But that’s not the worst of it. The main characters are not compelling. Not even a little bit. Bella is, quite possibly, the worst heroine in literature, good for absolutely nothing, completely shallow and dependent on Edward to an unhealthy degree. Edward, on the other hand, is, quite simply, perfect. That’s the story Stephenie Meyer is selling, at least. There is absolutely nothing wrong with him. Everything he does is for a good reason, his plans always work out. He is every girl’s dream. HE EVEN SPARKLES. (Except that he is immature, selfish and, quite frankly, creepy)

(Feel free to puke now)

What else? Oh, yes. The plot. I mean, a fair question would be ¿what plot? Nothing freaking happens in this book until after page 400 or so. For the first 400 pages I had to sit through a Edward/Bella lovefest. And then, SUDDENLY, Stephenie Meyers goes all “I haz to get me a plot”, comes up with a sucky one, and fixes it all in like, one hundred pages. Plots are very inconvenient. Don’t leave enough time for the LURVE.

Not that she gave much thought to the plot once she wrote it in. I think Bella is an idiot, yes, but even an idiot could see that 95% of the time there was no need to leap into danger like she constantly does. Anyone with half a brain can see the other twenty possibilities that Bella, for some reason, can’t fathom.  

Of course, like in 50 Shades of Crap (a book that is basically based on these two idiotic characters), the worst thing about this book is the relationship between IdiotGirl and SparklyBoy (Bella and Edward).  There is no love there. There is not even passion. It’s, simply put, IDIOCY. Bella is an idiot, too caught up in what the hormones are telling her (Edward is HOT, OMG) to even think for herself. After all, there is no need to think for herself, to have goals. No, if she has Edward, she has EVERYTHING SHE NEEDS. Her life is complete.

The awful message here is that, it’s not only okay to change for a guy, it’s perfectly reasonable to give up everything for him as well. As long as its love, that is. 

Mr. Sparkly, on the other hand, is the most beautiful creature that ever existed. Also the most selfish. His whole “I have to stay away from you, because I put you in danger”, then “I just can’t stay away from you” thing drives me insane. And let’s not even start with how possessive he is. Or how Bella, and every girl in the vicinity should be afraid of his mood swings. He treats her with absolutely no respect, like she’s his property, an incapable, silly girl he has to take care of (and she damn well is, but it’s still a little insulting, and not at all a relationship anyone should aspire to have). 

So, yeah. I could go on, but no one would read a 50-page review (and my issues with this book might take 50 pages). The point is, as bad as 50 Shades is (and it’s BAD), this is the crappy book that started it all. I don’t even have any daughters, and I hope my daughters never read this. I hope my friends never read this. In fact, I hope no one, ever reads this. 


(Rating: 0 stars. In fact, can I give it -0.5 stars?)
 
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