Hoy parece que va a ser un lunes de esos. Si, de ESOS. Rainy
days and Mondays always get me down, dice la canción. Y,
cuando se combinan las dos, pues la cosa se pone doblemente dura. No ha llovido
todavía, pero, como están las cosas últimamente, mejor me resigno. Seguro cae
el chaparrón en el peor momento posible. Como cuando quiero salir de aquí y
comprarme algo que no debería comer para el almuerzo.
Todo esto me ha puesto a pensar, ¿qué
tienen los lunes de diferente del resto de los días donde tenemos que
levantarnos temprano, agonizar sobre qué ponernos, qué zapatos combinan, qué
accesorios se ven bien, y después de eso pelear con el tranque para ir a
trabajar? (Bueno, quizás lo de agonizar y todo eso solo lo hacemos las mujeres)
Hay cinco días iguales en la semana, pero, por alguna razón, los lunes se
llevan toda la mala fama.
Quizás es porque el día
anterior no nos movimos del sillón. Dormimos hasta tarde. Comimos de más. Hibernamos.
O, a lo mejor fuimos a la playa. Pasamos el día tirados en la piscina. Fuimos
al cine. Todas esas cosas que no hacemos en la semana porque no tenemos tiempo.
Pero, el lunes, el lunes
todo comienza de nuevo. La dieta. Las obligaciones. El stress.
Hay gente que disfruta los
lunes, eh. O al menos dicen disfrutarlos. Las hay. Conozco a un par. No
pretendo entenderlos, pero los conozco. Yo no me quiero parar ningún día de la
semana, no vayan a creer que los martes ya de repente me despierto con
energías, pero los lunes, por alguna razón, siempre aprieto el botón de snooze de la alarma más de una vez.
Lo curioso de esto es que no
puedo tener más sueño que el resto de los días porque, a veces, duermo menos el
fin de semana que durante la semana. Así que no es el sueño. No es que odie mi
trabajo, porque realmente, lo disfruto. No hay ninguna buena razón. Excepto que
es lunes.
Es psicológico, ya lo sé. Los
lunes pueden ser malos, pero también los martes, o los jueves. Los jueves
tienden a ser fatales. Pero, no tienen la mala fama. ¿Qué se va a hacer? Crea
fama y acuéstate a dormir, como dicen. Y pues, hoy, hoy me voy a quejar. Porque
es lunes. Y tengo derecho.
Pero, como aprendí de Monty Python, no nos queda más que “always look at the bright side of life,” y seguir adelante. La mejor
cosa de los lunes es que, al final, después
de las quejas, después de la lluvia, queramos o no queramos, siempre, siempre
se acaban.
I love Mondays!
ResponderEliminarFirst day of a couple off, and of course, the FOOTBALL!