Yo aprendí a manejar con mi papá. Soy de la escuela
de tómatelo con calma, pon la música alta y que otro se sofoque. Pero, con cada
día que saco el carro a la calle, me doy cuenta de que soy la única que piensa así.
Bueno, una de las dos. Seguramente mi papá piensa lo mismo.
Manejar en Panamá es para valientes, realmente. Tanto
así que he decidido recopilar 10 de las reglas más importantes que se necesitan
saber antes de manejar en Panamá, por si acaso. Turistas, beware.
- Aunque en todos los países del mundo la luz roja significa ¡DETENTE!, aquí en Panamá significa algo así como APÚRATE QUE TODAVÍA PASAS. Ser el único idiota que para cuando ve la luz roja tendrá como resultado insultos y, cuidado, puede ser que hasta un choque.
- No, ese carro realmente no te está dando paso. Está esperando hasta el último segundo para acelerar y pegarte el susto de tu vida. O eso, o está distraído. No te está dando paso. Créeme.
- Eso de que llegas a una intersección y le das paso al que tiene el orden de preferencia, eso es para idiotas. Pasa primero el más vivo. Y todo el mundo quiere ser el más vivo, ¿no?
- Según los especialistas, el no liberar la rabia causa tensión en el cuerpo y puede llevar a problemas graves de salud. O sea que…prepara tus insultos antes de salir a la calle. Grita. Baja la ventana si es necesario. No te quedes callado.
- Pita. Pita. Y luego, pita un poco más. No se puede manejar en Panamá sin pitar. Pita cuando quieres llamar la atención de alguien. Cuando saludas. Cuando te emputas. Simplemente, usa el pito. Sin él no sería lo mismo manejar.
- No es necesario guardar distancia. Si lo haces, luego, zas, viene otro más vivo que tú y se te mete. No, mejor es pegarte al carro de adelante lo MÁS POSIBLE. Acuérdate, esto es como Mario Kart. Y tú no quieres ser el último.
- La luz direccional no es necesaria. No, eso es para amateurs. El que está atrás tuyo seguramente es clarividente y sabe exactamente para dónde vas sin necesidad de la lucecita esa. No la uses. Especialmente no para tonterías como cambiarte de carril.
- Cuando veas un peatón, acelera. La calle es tuya. Tú eres el que tiene placa. Ya le tocara a él ver que hace para que no lo atropelles.
- Los letreritos esos que te dicen a qué velocidad ir son meras sugerencias. Después de todo, ¿Quién va a ir a 30 en el viaducto de la Cinta Costera? ¿O a 40 en cualquiera calle? A esa velocidad no llegamos a ningún lado.
- Los carros amarillos esos que ves, esos que tienen un letrerito arriba que dice TAXI, esos…pues hay que evitarlos a toda costa. Ellos no siguen ninguna regla, ni siquiera estas que estoy poniendo aquí. Es más, ellos disfrutan rompiendo todas las reglas.
Luego no digan que
no les advertí, eh.
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