The first draft of anything is shit, dijo Ernest Hemingway,
hace ya bastante rato. No voy a ser yo la que le quite razón a
Hemingway, pero me parece que hay que ir un poco más allá. El segundo también
lo es. Y posiblemente el tercero. Es por ahí, después de la tercera edición,
cuando uno comienza a darse cuenta de que es lo que quería decir, y cómo hacer
para decirlo.
Empieza, eh. No lo sabe ya.
Ve el camino (y esto es, normalmente, lo más difícil). Todavía hace falta más edición
para poder plasmar eso que, por fin, uno puede visualizar.
¿Quieren ser escritores? He
tenido la oportunidad de que alguna gente me pida consejo sobre este tema, como
si fuera un tema del que alguien pudiera dar un buen consejo, o como si yo,
horror de horrores, supiera algo de esto. No me considero particularmente
calificada para dar consejos, pero si me gusta divagar sobre lo que siento y
pienso. A veces, eso termina ayudando.
Escribir es una cosa que
suena glamorosa. Suena a pura inspiración. Lamento decirles que no es así. No
realmente. No es un trabajo fácil. Alguna gente les mentirá, dirán, claro,
escribir es solo sentarse y poner en papel lo que salga. Y si, muchas veces,
eso es escribir. Pero eso no es ser escritor.
No, ser escritor es una cosa
bastante más complicada. Es escribir, la primera vez para entender, porque, en
algunas ocasiones, las historias parecen estar escribiéndose solas, los
personajes hablando a través de uno y, en medio de este proceso maravilloso y
complejo y que no pretendo comprender a veces no hay tiempo para pensar, mucho
menos para entender. La segunda vez es para corregir errores gramaticales, o de
prosa. De la tercera en adelante, ahí es cuando uno comienza a darle forma a lo
que uno, de verdad, quería decir.
Conozco bastantes escritores
que odian el proceso de edición. No voy a mentirles ahora y decirles que yo soy
una fanática (todo sería mejor si hiciera la investigación ANTES del primer
draft, pero bueno, bad habits die hard), pero si les voy a decir que estoy
comenzando a apreciarlo. Pueden salir cosas buenas en el primer draft, sí, pero
de la edición…de ahí salen cosas brillantes.
Es algo así como carpintería.
Pero esto, esto lo dejamos entre nosotros, eh. A los demás, a los demás le
podemos decir que es fácil. A los que prefieren leer, y nunca, pero nunca, lo
van a intentar, no tenemos que decirles que mientras más fácil de leer es, más difícil
de escribir fue.
No, como bien dijo,
otra vez, Hemingway: It's none of their business that you have to learn to
write. Let them think you were born that way.
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