No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira.
Podrá no haber poetas, pero siempre
habrá poesía.
La poesía
y yo somos…pues, somos algo así como star-crossed
lovers. Yo la amo con locura (Hasta el día de hoy todavía puedo recitar
todas y cada una de las poesías que me hicieron aprenderme en la escuela, desde
la Poesía Patria, hasta los Motivos del Lobo, pasando por Ñatore May y, además de
esto, una buena cantidad que me aprendí por puro amor al arte, de un libro inmenso
de poesía más grande que un diccionario que todavía guardo), pero ella se me
resiste.
Hay gente
que nació para ser poeta y yo, yo simplemente no soy una de ellas.
Al fin y
al cabo somos de la misma calaña, eh, todos los escritores. El molde es más o
menos el mismo. Pero para ser un poeta se requiere una sensibilidad aparte. Una
forma diferente de ver las cosas. O quizás, se requiere un toque de magia, ¿Qué
se yo? Una vez escuche a un querido amigo mío (maravilloso poeta) decir que las
ideas le venían en verso. A mí me vienen en prosa, con personajes armados. Las
frases profundas y bonitas se me resisten. ¿Qué se va a hacer?
Nunca,
nunca, nunca escribiré poesía. (Y que conste que lo he intentado, eh, sino pregúntenle
a Héctor Collado), pero eso no me quita el amor. No se necesita ser poeta para
amar la poesía. Alguna gente piensa que sí. Algunos quieren dividir al mundo en
poetas y el resto, siendo los poetas los únicos que aprecian el género. Esa
gente está equivocada.
Hoy, por ejemplo,
hoy me acuerdo de Amado Nervo y su Gratia Plena. De esa sensación de que no hay
nada más que decir. Susurro una de las muchas poesías de Rubén Darío que sé
mientras intento trabajar. Pienso en Maria Olimpia de Obaldia y su Ñatore May.
Y me dan ganas de recostarme en un sillón, con una manta y Sonnets
from the Portuguese de Elizabeth Barrett Browning.
Dice Bécquer, en esa poesía maravillosa
que cito al principio, esa que debería ser parte de todos los afiches de este día,
que poesía…poesía habrá siempre. Quizás porque la poesía está en todo. Yo no la
veo, pero está ahí. Esperando al que pueda traducirla en palabras. Y, aunque
bien dice el poema que seguirá estando, aunque no haya poetas…pues, me alegro
mucho que los haya.
Feliz día, poetas. Feliz día,
amantes de la poesía. Y, feliz día, querida poesía. Gracias por existir, por
encima de todos los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario