Esto del fútbol es una cosa seria. Ya lo dijo
una vez Galeano, que dedicó todo un libro no solo al deporte de por sí, sino a
la maquinaria que lo rodea, al ambiente que cada juego trae consigo, y, por
supuesto, al fanático.* Ese ser que sufre con las derrotas y se regocija con
los triunfos ajenos.
No vayan a creer que estoy juzgándolos. No hay nada
más lejos de la realidad. Yo no soy más que otra fanática. Es más, no solo soy
una fanática, soy una fanática algo antipática, de esas que cree que lo sabe
todo, quiere hasta las últimas y, así mismo, odia a muerte, y, peor que todo
eso junto, se cree que tiene mejores razones que el resto del mundo para
sus opiniones.
Mi punto es
que…los entiendo. Yo lo he vivido también, no solo aquí en la televisión, sino
allá, en mi Barcelona querida, en persona, cuando cada derrota significaba una
ciudad vacía y callada y cada victoria una fiesta que seguía hasta la
madrugada.
Y, claro, yo lo viví el martes. Me emocioné con el mensaje de las gradas. Luego, yo también sufrí. Yo también me tapé los ojos. Yo también insulté al poste. Y ayer, yo también pensé: ¿Cómo es posible que Cristiano Ronaldo vaya a fallar ahora? (Aclaración: Cristiano Ronaldo no es santo de mi devoción. No, eso no explica mis sentimientos por él. Para ser sinceros Cristiano Ronaldo me parece un patán que tiene le dicha de ser bueno en fútbol.), Y, obvio, yo también estoy buscando todavía la pelota que pateó Sergio Ramos.
Y, claro, yo lo viví el martes. Me emocioné con el mensaje de las gradas. Luego, yo también sufrí. Yo también me tapé los ojos. Yo también insulté al poste. Y ayer, yo también pensé: ¿Cómo es posible que Cristiano Ronaldo vaya a fallar ahora? (Aclaración: Cristiano Ronaldo no es santo de mi devoción. No, eso no explica mis sentimientos por él. Para ser sinceros Cristiano Ronaldo me parece un patán que tiene le dicha de ser bueno en fútbol.), Y, obvio, yo también estoy buscando todavía la pelota que pateó Sergio Ramos.
Pero, aun
así, les prometo que no se acabó el mundo. Los jugadores pueden estar tristes,
pero volverán mañana al entrenamiento, porque ese es su trabajo. El nuestro no
es mirar fútbol. Ojala lo afuera. (Como paréntesis quiero agregar que mi
trabajo soñado es ser comentarista/periodista deportivo. Pero me conformo con
reemplazar a Roberto Rivera. Así que si quieren ofrecérmelo, saben dónde
encontrarme.) Y ya está. Podemos ir a sufrir por otra cosa.
*Galeano hace una maravillosa distinción entre hincha
y fanático. Si no se las copio aquí es porque todos los que disfrutan el fútbol
deberían ir a leer Fútbol, a sol y sombra. Luego me cuentan.
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