Hoy leí una cita que me pareció
maravillosa, y como, por ahí voy a divagar, la comparto, primero que nada: “A
character is never the author who created him. It is quite likely, however, that an author may be all
his characters simultaneously.” Albert Camus dijo eso.
Albert Camus, obviamente, sabe más que nosotros de, bueno, de casi todo. Pero,
en especial, me parece que en esto, se acerca a la verdad absoluta.
Muchas veces, más de las que
puedo contar, alguien me ha preguntado: ¿Y tal o cual personaje, eres tú? ¿Eso
te paso a ti? Y muchísimas variaciones de la misma pregunta. (Y seamos
sinceros, esto es de lo más metiche del mundo, primero porque, si de verdad me
hubiera pasado a mí, ¿creen que se los voy a decir? Y segundo porque, si no soy
yo a la que le pasó, pero si alguien que conozco ¿Qué les hace pensar que voy a
echar a la persona al agua?)
La gente nunca cree una
respuesta negativa. Sonríen y, en el fondo, estoy seguro que piensan, ah, es que no lo quiere admitir. Obvio, si por eso lo escribió. ¿A quién más
le puede haber pasado? Esto puede ser verdad. Pero, lamento decirles que,
el 99.9% de las veces, resulta falso de toda falsedad.
Primero porque, en el fondo,
o no tan en el fondo, los escritores somos gente. Contar las cosas propias es
mucho más difícil que contar las ajenas, aun bajo el pretexto del anonimato. La
mayor parte de las veces la historia que uno está contando es algo que le paso
a una amiga, una prima, algo que vio en la televisión, juntado con esa idea que
tenía, de ese libro que leyó cuando era niño. O sea que, no tan en el fondo,
todo es ficción.
La historia, al menos. Los
personajes no del todo. Completa separación entre el escritor y sus personajes,
me dicen algunos amigos escritores. Mentira
podrida, digo yo. No es posible separarte completamente. Al fin y al cabo,
tu eres el que está escribiendo. Son tus ideas, tu manera de ver el mundo, tus
impresiones, las que tendrá el personaje. Son tus sensaciones la que lo harán un
personaje completo.
Algunas veces no serán tuyas,
pero esas reacciones que estas describiendo, se basaran en las propias. Los olores evocaran algo que oliste alguna
vez. Los sabores dependerán de lo que has probado, o de lo que sueñas con
probar. ¿Cómo es posible que sea de otra manera?
Básicamente, yo creo que
esto significa que los escritores debemos sufrir de alguna enfermedad mental. Casi
esquizofrenia. Personalidad múltiple. Yo no soy yo, yo soy yo y todos mis
personajes, atrapados en una sola persona.
Por eso son tan reales.
Pueden no tener tus experiencias, pero al final, tú eres tus personajes, y tus
personajes son tú. Así debe ser.