lunes, 30 de abril de 2012

10 cosas que aprendí leyendo Game of Thrones…

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Me he pasado la mayor parte de los últimos días llevando el segundo libro  de George R.R. Martin, “A Clash of Kings” a absolutamente todos lados. Ahora mismo me encuentro atrapada en ese momento donde quieres terminar el libro, obvio, porque quieres saber que pasa, pero parte de ti no quiere terminarlo. Parte de ti no quiere que se acabe.

Mientras me decido, he querido compartir con ustedes las 10 lecciones más importantes de esta saga (y eso que solo llevo dos libros, de aquí a que termine quizás tenga 50) 

1. Nadie es indispensable. Si está bien escrito, si la historia es interesante, y si hay suficientes personajes para llenar el vacío, nadie es indispensable. O, dicho de una manera más cruel…cualquiera puede morir.

2. La manera de mantener la atención del lector es complicar las cosas. Y luego complicarlas más. Y más. Y más. Los personajes necesitan más de un problema.  

3. Cuando uno va a complicar las cosas, necesita saber, de antemano, como las va a arreglar. De lo contrario todo se vuelve confuso. Si uno está confundido, el lector lo estará. 

4. Si la historia de un personaje tiene más complicaciones/emoción que la de otro personaje, este pasará a ser el favorito de tus lectores automáticamente. En otras palabras, si quieres mantener a todos tus personajes en igualdad de condiciones, todos tiene que tener problemas.

5. La mejor ciencia-ficción es la que no se explica. Esta regla aplica para todos los géneros. Es mejor explicar lo básico e ir dejando caer información de a poquito. Un libro, al final del camino, debe estimular la imaginación. Deja que el lector llene los espacios.

6. No ignores a los malos. Alguien siempre tiene que ser el malo de la película, obviamente. Las historias donde todos son buenos son tremendamente aburridas. La clave de tu libro está en esos personajes. No los ignores. Dedícales el mismo tiempo que a tus héroes. 

7. Nadie es del todo malo, o bueno. Pero no olvides tampoco que todos los personajes, así como los seres humanos, son capaces de cosas malas, y de cosas buenas. El malo puede querer a alguien. El bueno puede actuar motivado por la venganza. Eso los hace más interesantes.

8. Intenta evitar los clichés, pero no los evites todos. Evitarlos por completo es imposible, y, además, en algunos casos, es imposible evitarlos completamente. Pero, si tienes que utilizar alguno, intenta darle tu propio twist. 

9. Nunca resuelvas los problemas en un capitulo. Si lo haces, ¿para que seguir leyendo? Resuélvelos a la mitad de un capitulo, y luego, crea otra razón para que el lector siga interesado. No le des a tus lectores una excusa para parar.

10. No te obsesiones con reglas ajenas. Lee. Sal a la calle. Vive tu vida. Y así, poco a poco, iras descubriendo tus propias reglas. Y no me refiero solo a reglas para escribir…

viernes, 27 de abril de 2012

MOLTES GRÀCIES X TOT PEP!!!

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Hoy no iba a escribir de fútbol. Juro que no. No vayan a pensar ahora que esto se va a volver un blog de futbol. Pensé que tendría algo que decir del draft de la NFL. Bueno o malo. Pero, mi draft se resume así:

  1. Primer pique. Boring. Ya sabía.
  2. Segundo Pique: Boring again. Ya sabía.
  3. Luego, un trade. Y otro. Y otro. Y OTRO. Ah, y los Dolphins por fin picaron un QB. Y luego más trades.
  4. Después de dos horas y media esperando que picara mi equipo, otro trade. Pican más abajo. Y luego, de nuevo.
O sea, tres horas de mi vida pedidas. 

Pero esta mañana, mientras contemplaba si debía hablar de la maravillosa combinación que me puse el día de hoy (a veces uno prueba cosas raras y le salen de maravilla), me enteré que Pep Guardiola había anunciado, oficialmente, que abandonaba el Barça al final de la temporada.

Me lo veía venir. Lo estaban diciendo desde hace meses. No por eso me causó menos tristeza. Yo llegué a Barcelona justo cuando Guardiola fue nombrado entrenador. Recuerdo las dudas. Los periódicos que, todos los días, cuestionaban la decisión. Nadie se acuerda ahora que hubo dudas. Pero las hubo, y muchas. 

A mi simplemente me parecía guapo. Recordaba un poco de su carrera como jugador (no mucho, lo admito). Y bueno, que les voy a decir…me parecía, y me sigue pareciendo, el entrenador más guapo que he visto. Era una buena razón para estar a su favor.

Para esos tiempos si yo seguía la Liga Española, era por Messi. El equipo de mis amores, el de mi corazón, el de las lágrimas y las alegrías verdaderas (más lágrimas que alegrías, hay que decirlo), era la selección argentina. No me perdía un juego. Tanto así que recuerdo a Messi, un enanito de 16 años en aquel Mundial Sub-20 que luego ganarían y en el que el nombre de Lionel Messi de repente comenzaría a cobrar fuerza. Fue un suplente en los primeros partidos.

No siquiera el entrenador pensaba que estaba listo.

Esto no tiene nada que ver con lo que estaba contando, ya sé. El punto es que, cuando llegue a Barcelona, no me importaba tanto el equipo, ni Guardiola. Solo Messi. Y, como la selección de Argentina no era más que un sufrimiento tras otro, debo admitir que le había perdido un poco del gustito al fútbol. 

Guardiola me lo devolvió. O, debo decir, el Barça me lo devolvió. Ese estilo de juego me lo devolvió. El ir al estadio y sentir que la pelota siempre está en los pies de uno de los tuyos. La ciudad que se paraba cada vez que jugaba el Barça. Como, desde la Diagonal, donde daba clases, se podían escuchar los gritos cada vez que anotaban. 

Recuerdo aquella semifinal de la Champions, contra el Chelsea. Arreconchinada en un bar donde no debían caber más de 50 personas. Habíamos al menos 300. Recuerdo también que, cuando Iniesta anoto ese gol agónico, todo el mundo tiro al aire cerveza, patatas bravas, etc, etc. 

Y recuerdo la celebración. Recuerdo cada una de las celebraciones. Tuve la oportunidad de vivirlas en carne propia. Y, por eso, más que nada, hoy, que Guardiola se va, pero el Barça continúa, no me queda decir más que… Gracias! Por el estilo de juego que tu no inventaste, pero que ayudaste a definir. Por ganarlo todo ese año, justo cuando yo estaba ahí. Y por devolverme ese gustito por el fútbol.

jueves, 26 de abril de 2012

Fútbol, pasión de multitudes...

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Esto del fútbol es una cosa seria.  Ya lo dijo una vez Galeano, que dedicó todo un libro no solo al deporte de por sí, sino a la maquinaria que lo rodea, al ambiente que cada juego trae consigo, y, por supuesto, al fanático.* Ese ser que sufre con las derrotas y se regocija con los triunfos ajenos.

No vayan a creer que estoy juzgándolos. No hay nada más lejos de la realidad. Yo no soy más que otra fanática. Es más, no solo soy una fanática, soy una fanática algo antipática, de esas que cree que lo sabe todo, quiere hasta las últimas y, así mismo, odia a muerte, y, peor que todo eso junto,  se cree que tiene mejores razones que el resto del mundo para sus opiniones.

Mi punto es que…los entiendo. Yo lo he vivido también, no solo aquí en la televisión, sino allá, en mi Barcelona querida, en persona, cuando cada derrota significaba una ciudad vacía y callada y cada victoria una fiesta que seguía hasta la madrugada.

Y, claro, yo  lo viví el martes. Me emocioné con el mensaje de las gradas. Luego, yo también sufrí. Yo también me tapé los ojos. Yo también insulté al poste. Y ayer, yo también pensé: ¿Cómo es posible que Cristiano Ronaldo vaya a fallar ahora? (Aclaración: Cristiano Ronaldo no es santo de mi devoción. No, eso no explica mis sentimientos por él. Para ser sinceros Cristiano Ronaldo me parece un patán que tiene le dicha de ser bueno en fútbol.), Y, obvio, yo también estoy buscando todavía la pelota que pateó Sergio Ramos.
Pero, aun así, les prometo que no se acabó el mundo. Los jugadores pueden estar tristes, pero volverán mañana al entrenamiento, porque ese es su trabajo. El nuestro no es mirar fútbol. Ojala lo afuera. (Como paréntesis quiero agregar que mi trabajo soñado es ser comentarista/periodista deportivo. Pero me conformo con reemplazar a Roberto Rivera. Así que si quieren ofrecérmelo, saben dónde encontrarme.) Y ya está. Podemos ir a sufrir por otra cosa.

*Galeano hace una maravillosa distinción entre hincha y fanático. Si no se las copio aquí es porque todos los que disfrutan el fútbol deberían ir a leer Fútbol, a sol y sombra. Luego me cuentan.

miércoles, 25 de abril de 2012

A smile is the universal welcome.

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Hello, and welcome to my blog.



No, no pretendo escribir un blog en inglés. Pero tampoco ponerme reglas sobre cómo voy a escribir este blog. Quizás algún día escriba en inglés. Otro en español. Si realmente pudiera escribir bien en italiano, lo haría. Si hubiera tomado catalán por más tiempo, tal vez intentaría escribir en catalán. Pero, por ahora, nos quedaremos con el español.

Supongo que la pregunta de rigor es, ¿y de qué vas a escribir aquí? 

Pues no tengo ni la menor idea. Pero en algún lugar uno tiene que poder escribir sobre el día a día de ser mujer, sin pautas. Sin reglas. He escrito en bastantes otros lugares, siguiendo reglas ajenas. Y ya me cansé de las reglas. Como este es mi blog, aquí hay pura anarquía.  Adiós a la reglas. 

Así que, un día escribiré de deportes (les advierto, me gustan mucho los deportes). Al día siguiente de zapatos. Quizás al día siguiente escriba sobre un programa de televisión. O una película. O el libro que estoy leyendo (siempre estoy leyendo uno). 

Un día cosas serias, el otro quizás no.  Quién sabe. Por ahora, les invito a acompañarme en el viaje…siempre es divertido un poco de anarquía, ¿no?
 
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